Existen diferentes métodos para el aumento de pómulos, pero dentro de los más utilizados están:

• Aplicación de ácido hialurónico: El ácido hialurónico es una sustancia que produce nuestro propio organismo. Los rellenos faciales absorbibles se inyectan de forma que es un procedimiento se caracteriza por ser indoloro, ambulatorio y seguro, con una tasa de efectividad muy alta. Después de su aplicación, el ácido hialurónico es degradado lentamente por el organismo. En esa línea, el Dr. Rubén G- Guilarte explica que “los ácidos hialurónicos que se inyectan en esta zona tienen conjugación-reticulación suficiente como para durar dos años’’.
• Hidroxiapatita cálcica: Con productos como por ejemplo, Radiesse, se puede recuperar el volumen del los pómulos y por lo tanto, definir el contorno facial. Además, este producto estimula la producción de colágeno natural.

• Lipotransferencia Facial (lipoinyección o lipofilling): Es la técnica más demandadas por los pacientes que buscan resultados más duraderos que los que proporciona el ácido hialurónico pero que no quieren someterse a una cirugía de implante de prótesis en el malar. Con este procedimiento vamos a conseguir un aumento en el volumen y proyección del pómulo gracias a la inyección en esa zona de grasa del propio paciente. Esta grasa se ha obtenido previamente (mediante anestesia local) de la región de alrededor del ombligo o de la entrepierna usando unas microcánulas de aspiración que no dejarán rastro ni cicatrices. Puesto que es un tejido que esta vivo y que es del propio paciente, no hay riesgo de rechazo al mismo. El resultado durará varios años aunque dependerá de cada caso concreto.