Tratamiento Médico de la alopecia androgenética femenina

La alopecia androgenética femenina (Female Androgenetic Alopecia) es el tipo más común de alopecia no cicatricial en mujeres menopáusicas, con una incidencia cercana al 40%. Se caracteriza por la pérdida progresiva y difusa de cabello, respetando la línea frontal de implantación del cabello.

La edad de comienzo puede iniciarse después de la pubertad y la frecuencia aumenta con la edad. La prevalencia  en las mujeres caucásicas, es muy variable, con valores que oscilan de 3 a 12% en la tercera década, de 14 a 28% en la sexta década, y de 29 a 56% en mujeres mayores de 70 años. 

La palabra androgenética hace referencia a la etiología hormonal y la contribución hereditaria. El papel de los andrógenos no está claramente definido, pero un tercio de las mujeres con alopecia androgénica muestran niveles elevados de dehidroepiandrosterona (DHEA) que se convertirá en dihidrotestosterona (DHT) a través de la acción de la 5‑α-reductasa.

La enzima 5‑α-reductasa, consta de 3 isoenzimas, aunque revisten importancia las de tipo I y II. La isoenzima tipo I está localizada en todo el cuerpo, incluida la piel, los riñones, el hígado y el cerebro. La de tipo II se encuentra en la vaina externa de los folículos pilosos del cuero cabelludo, en la próstata y en el hígado.

Conviene recordar que muchas enfermedades endocrinológicas pueden estar asociadas con la alopecia; especialmente si se acompañan de hiperandrogenismo, como el síndrome del ovario poliquístico (SOP), la hiperprolactinemia, la hiperplasia suprarrenal y determinados tumores ováricos y suprarrenales.

Presentación clínica

Se han descrito 3 patrones principales de presentación clínica de la alopecia androgenética femenina

PATRÓN DE OLSEN

El patrón de Olsen, o en árbol de Navidad, se caracteriza por su acentuada pérdida capilar en la zona frontal

El patrón de Hamilton (o alopecia de tipo masculino) es el menos frecuente y se asocia con hiperan­drogenismo; presentando recesión capilar bitemporal asociada con disminución de la densidad capilar frontal

PATRÓN DE HAMILTON

PATRÓN DE LUDWIG

Adelgazamiento capilar difuso en la región interparietal en diferentes grados de gravedad

La alopecia androgénica femenina se acompaña de un alto impacto psicosocial negativo y se asocia a disminución de la calidad de vida; por lo que se precisa un diagnóstico precoz, seguido de un plan terapéutico adecuado, con el objetivo de detener la progresión de la enfermedad. El diagnóstico es clínico, mediante una historia clínica detallada. El análisis de sangre debe incluir determinaciones de hierro, ferritina, vitamina D, zinc y perfil tiroideo. El estudio hormonal estará indicado cuando la FAGA se presenta en la premenopausia, se asocia a síndrome SAHA (seborrea, hirsutismo y acné) o concurre FAGA de patrón masculino. El estudio hormonal deberá incluir: testosterona total, testosterona libre, globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG), prolactina, dehidroepiandrosterona sulfato (DHEA‑S), cortisol y 17‑α-hidroxilasa

Diagnostico de la Alopecia Androgénica Femenina

El diagnóstico de la alopecia androgénica es clínico, mediante una historia clínica detallada.

El dermatoscopio es la herramienta más útil para el diagnóstico precoz de la alopecia, determinar la gravedad del problema y evaluar el resultado del tratamiento.

Los signos tricoscópicos principales que se observan en la alopecia son la reducción del grosor y del número de pelos, la variación del diámetro del cabello, los folículos vacíos (puntos amarillos) y las pigmentaciones perifoliculares

Análisis de sangre que debe incluir:

  • Hierro
  • Ferritina
  • Vitamina D
  • Zinc 
  • Perfil tiroideo.

El estudio hormonal estará indicado cuando la alopecia se presenta en la premenopausia, se asocia a síndrome SAHA (seborrea, hirsutismo y acné) o presenta un patrón masculino.

El estudio hormonal deberá incluir:

  • Testosterona total
  • Testosterona libre
  • Globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG)
  • Prolactina
  • Dehidroepiandrosterona sulfato (DHEA‑S)
  • Cortisol
  • 17‑α-hidroxilasa

Tratamiento Alopecia Androgénica Femenina

En MedSpa Clínica de Medicina Estética Segovia, realizamos los mejores tratamientos para la alopecia androgenica.

  • Minoxidilo. Presenta efectos vasodilatadores, antiandrogénicos y antiinflamatorios, capaces de aumentar el tamaño de los folículos pilosos y prolongar su fase anágena. Se recomienda una dosis tópica de 1 ml de minoxidilo 2%, dos veces al día. Puede presentar algunos efectos secundarios, como dermatitis de contacto o hipertricosis facial.

El minoxidilo se conoce desde hace más de 30 años, y una gran parte de la literatura científica sobre tratamientos capilares confirma la eficacia del minoxidilo aplicado tópicamente, motivo por el que se considera el medicamento de primera línea para tratar la alopecia androgénica, siendo su fórmula en espuma, con bajo contenido en propilenglicol, permite aplicar cómodamente una concentración alta (5%), minimizando los efectos adversos (irritación y dermatitis de contacto) observadas en el uso de soluciones alcohólicas convencionales.

El efecto terapéutico del minoxidilo 5%, aplicado una vez al día, es igual al del 2% aplicado 2 veces al día. También, los últimos estudios sobre minoxidilo vía oral en dosis de 1 mg/día han mostrado eficacia y seguridad para pacientes que no responden al minoxidil tópico.

Se ha demostrado que la combinación de microneedling con minoxidilo presenta mejoría en la zona frontal, que es la típica zona androgenética afectada en las mujeres.

Finasterida y dutasterida. Son fármacos inhibidores de la 5‑α-reductasa, enzima que bloquea la conversión de testosterona en DHT. No deben prescribirse en mujeres embarazadas o con antecedentes de cáncer de mama por su efecto teratogénico y estrogénico.

La finasterida (inhibidor de la isoenzima I) se administra a dosis de 1 mg/día y la dutasterida (inhibidor de las isoenzimas I y II) se emplea con dosis de 0,25 a 0,5 mg/día al ser más potente y tener una semivida más larga.

Los estudios sobre el uso de la finasterida en el tratamiento de la alopecia androgénica, en mujeres menopaúsicas, han mostrado que la dosis de 1 mg/día no tiene mejoría significativa. Sin embargo, la finasterida ha demostrado su eficacia, tanto en pacientes normoandrogénicas como hiperandrogénicas, utilizando dosis más altas (de 2,5 a 5 mg/día). La respuesta terapéutica se debe evaluar a los 6 meses. También, se ha confirmado la eficacia de la finasterida tópica (0,25%) para aumentar la acción terapéutica del minoxidilo evitando los posibles efectos adversos producidos por su uso vía oral.

Sobre la dutasterida se ha informado que, en dosis de 0,25‑0,5 mg/día por vía oral, es eficaz en mujeres menopaúsicas con alopecia androgénica, pero la evidencia es limitada por falta de estudios clínicos. Sin embargo, su larga media vida y el efecto teratogénico impiden su uso en mujeres de edad fértil que no empleen un método anticonceptivo adecuado.

Antiandrógenos. Los moduladores hormonales antiandrógenos, como espironolactona, acetato de ciproterona y flutamida se recomienda utilizarlos en casos de hiperandrogenismo.

Ketoconazol. Es un antifúngico imidazólico útil en el caso de FAGA asociada con dermatitis seborreica, por su efecto contra Malassezia furfur y ser antagonista de los receptores androgénicos.

Láseres de baja densidad de potencia (LLLT). La fototerapia con LLLT se considera de utilidad, de forma aislada o asociada con minoxidilo y finasterida, por su efecto vasodilatador, antiinflamatorio y biorregulador. Son preferibles las pantallas con gran número de LEDs y emisión de 635 a 670 nm, en la banda roja del espectro lumínico. Se recomiendan sesiones de 15 minutos, 3 veces a la semana, durante 2‑4 semanas, seguidas por 1‑2 tratamientos a la semana durante 6 a 12 meses; el tratamiento de mantenimiento contempla una sesión cada 15 o 30 días.

Plasma rico en plaquetas (PRP). Se obtiene del centrifugado de la propia sangre del paciente. El concentrado se inyecta en las zonas afectadas del cuero cabelludo. El aumento de la expresión de FGF‑7 (factor de crecimiento de fibroblastos‑7) extiende la fase anágena del ciclo del cabello. Además, el VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular) se considera como el mediador más importante del crecimiento del folículo piloso por su efecto angiogénico y vasodilatador. Los protocolos utilizados son variables, desde realizar una infiltración al mes durante los 3 primeros meses hasta una infiltración cada 6 a 8 meses. Los efectos secundarios incluyen dolor, edema, sensibilidad y tricodinia.

Mesoterapia. Es una técnica de inyección de medicamentos en la dermis, que puede realizarse con PRP, vitaminas, aminoácidos y antiandrógenos. Además, de células madre mesenquimales aisladas y procesadas para tal fin.

La Alopecia Androgénica se caracterizada por una pérdida progresiva difusa de cabello en la zona central del cuero, sin recesión frontotemporal en su clásica presentación. clínica.

El tratamiento de la alopecia androgénica tiene como objetivos detener la progresión de la enfermedad e inducir un crecimiento aceptable del cabello, así como tratar las enfermedades asociadas (hiperandrogenismo, dermatitis seborreica) en sinergia con el ginecólogo y el endocrinólogo. La elección del tratamiento tiene que ser conjunta por parte del médico y la paciente, evaluando la eficacia y seguridad, el resultado esperado y el coste total de cada tratamiento.

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